05 junio 2011

Eslabón

Corrió, huyo incansablemente hasta llegar al arbusto, se escondió hasta armarse de valor y respiro profundo. El tipo desenfundo la nueve milímetros y los persiguió con odio. Los que corrían ahora eran tres hijos de putas cobardes, que antes lo tenían acorralado. Los perdió, o creyó haberlos perdido.
¡Huyan cobardes! – exclamó cansado.
Pensó que lo peor había pasado. Fue a un bar para distraerse con charlas y un poco de música pesada. El no sabía lo que planeaban a sus espaldas. Cayeron al lugar y lo golpearon por detrás. El pobre tipo quedo en el piso, estaba sorprendido. Se levanto, los miro y se puso la pistola en la sien.
¿Esto quieren hijos de mil putas? – grito y decidió finalizar con un simple jalon de gatillo.

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